Carlos Javier López «Pagaría por volver a jugar un partido definitorio con la camiseta de Táchira»

Desde su querida Rosario y a través de una llamada telefónica Carlos Javier López conversó con el BlogDTFC. Con la frontalidad y camaradería que lo identifica Javi nos pidió que no lo llamásemos Carlos, nos contó en qué anda hoy en día, le agradeció a Venezuela por haberlo acogido, habló de su personalidad y confesó qué dijo la primera vez que pisó Pueblo Nuevo.

Pregunta: ¿Qué hace Carlos Javier López hoy?

Respuesta: «Sigo jugando en argentina en una liga regional que semiprofesional. Juego en el Atlético Elortondo de la Liga Venadense a 130 km de la ciudad de Rosario. Junto con un grupo de jugadores entrenamos acá (En Rosario) y viajamos a Elortondo los domingos para jugar.»

P: Estudiantes de Mérida, Deportivo Italia, Deportivo Anzoátegui, Zamora, Táchira y Mineros. Estuvo mucho tiempo jugando en Venezuela ¿Qué lo impulsó a estar tanto tiempo ahí?

R: «Sí, en total estuve 6 años, si bien fue intercalado porque en dos oportunidades regresé a Argentina y tuve un paso por la India. Para mí Venezuela fue mi segunda casa fue el lugar donde mayor tiempo jugué y en el cual tuve momentos muy importantes en lo personal. Salí campeón con varios equipos y así una cosa fue llevando a la otra y por eso estuve tanto tiempo ahí. Le agradezco mucho a Venezuela por todo lo que me dio a mí y a mi familia.»

P: Salió campeón en Anzoátegui, Zamora y Táchira ¿Cuál fue la clave para el éxito en Venezuela?

R: «En lo personal mi carta de presentación siempre fue el trabajo, esfuerzo, dedicación y sacrificio. En todos los equipos que estuve siempre intenté inculcar eso, para lograr los objetivos siempre hay que trabajar no solo en los entrenamientos sino en el día a día, en la vida privada porque si no tienes un grupo enfocado es muy difícil. Yo siempre traté, aunque muchas veces fui reiterativo, marcar el camino; por suerte me tocó en esos equipos me tocó estar con grandes jugadores, con muchas experiencia, de selección, que vivieron en el extranjero y eso lo hizo mucho más fácil.»

P: En todos los equipos en los que estuvo usted siempre fue referente ¿Esa particularidad es innata o es aprendida?

R: «Eso viene conmigo (se ríe). Siempre fui un tipo de mucha personalidad, de temperamento fuerte, de ir de frente, quienes han compartido conmigo saben cómo soy yo. Muchas veces me tildaron de conflictivo pero yo siempre les respondí lo mismo: yo voy a trabajar, no voy de joda a ningún lado y que a mí siempre me gustaron las cosas claras, mientras las cosas fuesen claras no habría inconveniente conmigo. Así como fui con los dirigentes fui con mis compañeros, a mí me tocó venir de una época en la cual los jugadores de experiencia se respetaban muchísimo, y los jugadores jóvenes no tenían posibilidad de nada, ahora está todo al revés porque antes a lo mejor tenías tres o cuatro jugadores jóvenes y el resto de experiencia y ahora son tres o cuatro de experiencia y el resto son jóvenes y los grandes no tenemos que adaptar a los chicos. También tuve la suerte de que cuando tenía 20 años estaba con jugadores de mucha experiencia que me llevaban a charlas con dirigentes y me decían que no hablara, que escuchara para que fuese aprendiendo y bueno todo eso hace que uno tenga una experiencia muy amplia.»

P: De todas las plazas dónde jugó ¿Cuál fue la que más le gustó?

R: «Yo disfruté en todos lados, muchas veces en las redes sociales tengo problemas con eso porque se me enojan, yo digo que eso me pasa por haber salido campeón en todos lados (se ríe). En Estudiantes y Anzoátegui la pasé bien en lo deportivo, no tanto así en lo dirigencial, sobre todo en Estudiantes, ahí pasamos meses sin cobrar, en Zamora también la pasé bien porque pude salir campeón.

En Táchira bueno… no le encuentro una explicación. Cuando yo llegué a Venezuela por primera vez, con Estudiantes, tuve que ir a San Cristóbal a jugar un partido definitorio en la última fecha en el 2009. El estadio estaba lleno y yo me sentí identificado con lo que sentía en esa cancha y yo le decía a mis compañeros “aquí es donde yo quiero jugar”. En esa cancha yo veía lo que se asimilaba mucho a Argentina y cuando fue el momento de llegar a Táchira después de mucho tiempo, después de tanto quererlo, se generó una conexión grande con la gente y un cariño que no lo puedo explicar. Soy un agradecido con todos los equipos, en todos las pasé espectacular pero se generó una química con la gente de Táchira que fue diferente, más el deseo que yo siempre tuve de jugar en Táchira desde que llegué a Venezuela. A todo eso sumarle el campeonato que coronamos apenas llegando…fue increíble. Eso no dice que lo que lo que viví en otros equipos sea menos, pero en Táchira lo sentí diferente.»

P: De hecho, en las redes sociales la gente de Táchira lo tiene muy presente.

R: «Sí, por eso te digo que no le encuentro una explicación, es increíble el cariño de la gente y obviamente es recíproco.»

P: ¿Qué fue lo primero que le hizo sentir la gente cuando llegó a Táchira?

R: «Que había que ganar (se ríe) eso fue de entrada. Es más, no solo la gente porque cuando yo estaba negociando el contrato con José Kabchi lo primero que me dijo fue “venimos a buscarte para salir campeón”, o sea que yo la presión la sentí desde el vamos pero bueno, esos son los retos que siempre me gustaron de mi carrera y por el cual hoy sigo disfrutando del fútbol.»

P: ¿Cómo se maneja la presión en un equipo donde desde el vamos le dicen que tiene que ser campeón?

R: «La única es el trabajo, es una frase hecha pero es mi verdad. El trabajo en cancha y el trabajo invisible, el del día a día. Cuando estás en una ciudad como San Cristóbal donde lo único que se ve es fútbol la presión es constante. Siempre cuento una anécdota de que veníamos segundos en el torneo porque teníamos varios partidos pendientes y un día habíamos ganado de local y teníamos libre el día siguiente así que me fui con mi familia al shopping y cuando me subo al taxi el taxista me dice “¿Qué pasó ayer?” y yo le respondo “Pues ganamos” y él me dice “Sí pero podíamos haber ganado cinco o seis a cero” y yo me reí y le digo “Bueno, pero ganamos uno a cero, ni modo” y él me dijo “No pero aquí hay que ganar por tres o cuatro goles” y esa presión nos la transmitían siempre, por eso me quedó esta anécdota.»

P: Al Táchira que usted llegó siempre le faltaba poco para coronar un campeonato ¿Qué cree que le faltaba?

R: «Cuando estás afuera no entiendes por qué pero cuando estás adentro es que lo comprendes. Cuando yo llegué a Táchira conversé con varios compañeros y le pregunté a uno que llegó conmigo “¿Qué te generaba a ti jugar en contra de Táchira?” y él me dijo “Yo siempre le quería ganar” y yo le dije “Si tú le querías ganar debes pensar en que todos los jugadores del futbol venezolano nos quieren ganar por lo que debemos pensar que no nos va a alcanzar ni solo con la camiseta ni con los nombres que tenemos en el equipo. Para equiparar esa motivación del rival nosotros tenemos que correr y meter y ¿Dónde estaba la diferencia? En la calidad que tienen nuestros jugadores”.

Nuestro equipo tenía muchos recursos para ganar de distintas maneras, todos entendimos eso y estuvimos muy comprometidos. Todos recuerdan el partido contra Caracas porque ganamos en el 93’10” pero nosotros en el campeonato ganamos muchos partidos después del minuto 90, eso no fue casualidad porque nosotros desde la pretemporada siempre enfocamos eso, de que siempre teníamos que meter hasta el último minuto.»

P: ¿Cuáles eran los pilares de ese equipo?

R: «Teníamos muchos jugadores grandes: estaba el Zurdo Rojas, Gerzon Chacón, Maestrico González, Yuber Mosquera, Alan Liebeskind, yo por supuesto y bueno obviamente de ahí para abajo jugadores jóvenes muy buenos. Por ejemplo Minino Flores sigue siendo joven pero hace muchísimos años juega en primera división, la edad lo hace joven pero lo hace con una experiencia impresionante.»

P: ¿Con qué jugador tuvo mayor afinidad en Táchira?

R: «Con WIlker Angel concentraba para los partidos, un jugador espectacular, estupendo. Me alegra mucho verlo en Europa, lastima la lesión que tuvo que lo dejó por fuera de la Copa América pero bueno seguramente con su juventud seguirá estando convocado a la selección. Luego con los jugadores más grandes: con Gerzon, Maestrico, con el Zurdo, siempre hubo un grupo muy sano realmente, tuvimos muy buena química.»

P: Usted tiene una marca, un hito en el futbol venezolano: fue el único jugador que hizo que expulsaran a Wilker Ángel en el fútbol venezolano.

R: « (Se ríe) ¡Increíble! Copa Venezuela 2014 Zamora contra Táchira, nos echaron a los dos y a los dos meses estábamos entrenando juntos, cuando recién nos juntamos nos dijimos “¿Por qué nos echaron?” porque nosotros solo entramos a separar jugadores y nos terminaron echando. Los del quilombo eran Kaki Rivero y Lucho Vargas, todos estaban empujándose, puteándose y bueno tenía que echar a dos y nos echó a nosotros.»

P: ¿Cuál fue el partido más importante que jugó?

R: «Importantes tuve muchos pero tuve uno inolvidable: el partido contra Cerro Porteño en la copa (Libertadores) cuando hice el gol de cabeza, ese partido fue increíble, un partido de esa magnitud, en Copa Libertadores y siendo protagonista. Fue una noche mágica para mí.»

P: Si pudiese volver a jugar un partido cualquiera por cualquier razón ¿Cuál sería?

R: «Yo diría que un partido definitorio con cualquiera de las dos camisetas: la de Aldosivi o la de Táchira… es más, hasta pagaría por jugarlo porque son dos equipos que me marcaron. Con Aldosivi estuve en una situación similar a la de Táchira, llegué y salí campeón a los cinco meses en un equipo que, en el caso de Aldosivi, nunca había ganado nada a nivel nacional. Pero sí, yo pagaría por volver a jugar un partido con la camiseta del Tiburón o de Táchira.»

P: ¿Algo que le haya faltado en su carrera hasta ahora?

R: «Jugar en primera división de mi país fue la deuda pendiente, pero la verdad es que soy un agradecido del fútbol y de la vida. Nunca me imaginé cuando arranqué de poder lograr todo lo que logré. Hoy estaba contando la cantidad de equipos en qué jugué: 22 equipos, siete países, cinco Copa Libertadores, dos Copa Sudamericana y una Copa UEFA. Gané nueve títulos, soy un agradecido.»

P: Cuando uno habla del Cabezón López se le vienen dos cosas a la mente: jerarquía y cábalas ¿Qué son las cábalas para usted?

R: «Yo siempre digo que eso no te hace ganar, solo te hace más fuerte. No lo digo porque sea débil, yo siempre tengo una mentalidad ganadora y positiva pero eso lo hago para atraer cosas aún más positivas. Tengo una anécdota en Aldosivi, en uno de los partidos perdí mi calzoncillo y le dije al utilero “Flaco, consígueme el calzoncillo porque ese es el del ascenso” y el técnico me dice “Eh, Cabezón, como si eso te fuese a hacer ganar un partido” y él era más cabalero que yo (se ríe). Y bueno la cuestión es que teníamos tres partidos que le calzoncillo no aparecía hasta que de repente salió el utilero y me dijo “Cabezón, aquí está tu calzoncillo” y lo abracé y le dije “Ahora sí vamos a ascender” y si ven la foto del ascenso me veo yo con el calzoncillo ese gris (se ríe).»

P: En la mitología aurinegra, existe el rumor de que cuando se jugó el partido de la última jornada contra Estudiantes de Mérida (2009) usted le hizo algo al arco de los merideños ese día ¿Es cierto?

R: « (se ríe) no, no, ese día no porque era imposible, había muchísima gente y estaba lleno el estadio y yo siempre hacía esas cosas tratando de que no me viera la gente. Siempre lo hice de local pero de visitante no me gustaba hacerlo. Si lo hubiese hecho te lo digo porque todos me conocen y no va a cambiar nada pero la verdad es que ese día no.»

P: ¿Qué fue lo más bonito que vivió en Venezuela?

R: «El cariño de la gente y el trato de mis compañeros, hice muchos amigos desde el primer momento que llegué a Mérida hasta el último día que me fui de Puerto Ordaz. Cuando me iba a Venezuela yo sentía que iba a otra ciudad de mi país, no que me iba a otro país, siempre voy a ser un agradecido por todo lo que me dio.»